CLASIFICACION DE LAS DANZAS TRADICIONALES DE VENEZUELA. SEGÚN ALGUNAS REGIONES GEOGRÁFICAS.
LA DANZA Y EL BAILE
Del Texto Clasificación de las Danzas tradicionales de Venezuela. Autor: Luis Alfredo Valles Silva.
Los primeros antecedentes de este género artístico los encontramos en las prehistóricas pinturas rupestres grabadas en cuevas en recónditos lugares en el mundo. La historia propia de la danza refleja los cambios de las relaciones del pueblo con su conocimiento del mundo, por esta razón, se asume que las primeras danzas tuvieron carácter religioso, Existieron danzas dedicadas u ofrecidas a los astros, de manera especial al sol y a la luna, pero luego, cuando los humanos primitivos se volvieron sedentarios, lo hacían a la lluvia y a otros fenómenos naturales, además de hacer danzas para las faenas como la caza de animales y la siembra.
Es importante destacar, que los pueblos antiguos, dieron mayor importancia a la danza de iniciación, la cual era desarrollada o realizada para celebrar un nuevo ciclo de vida, prácticamente todos los pueblos antiguos y aún en la actualidad, conservan aspectos de este tipo de danza. En teoría, se pueden distinguir diversos tipos de danzas realizadas por los pueblos primigenios, muchas de ellas se mantienen vigentes en los pueblos aborígenes del mundo, son principalmente:
- Las Danzas Animalescas: Danzas basadas en aspectos de animales.
- Las Danzas Astrales, es decir las dedicadas a los astros.
- Las Danzas Medicinales o Sanatorias, propiciadoras de salud física.
- Las Danzas de Fertilidad o Fecundidad.
- Las Danzas Guerreras, de combate o Combatientes.
- Las Danzas Nupciales o Matrimoniales y
- Las Danzas de iniciación.
Es importante reseñar, que en el mundo existe además un grupo de danzas llamadas ceremoniales, que según los especialistas, en Egipto su aparición y desarrollo se atribuye a los antiguos Faraones. En estas se representaba la muerte y reencarnación de Dioses diversos como culminación del hecho ceremonial, las cuales se fueron haciendo cada vez más complejas, hasta llegar al punto de sólo poder ser ejecutadas por profesionales altamente calificados en la materia.
Asimismo, podemos referir, que en la Grecia antigua, gozaron de gran valor las artes en línea general pero, sobre todo, destacaban por encima de otras artes la música y la danza. Se danzaba en honor del Dios Baco, lo que dio origen a las llamadas bacanales, danzas estas, caracterizadas por el tumulto y el desorden, las cuales legaron características relevantes a muchas expresiones danzarias y bailes en el mundo, como es el caso de los bailes de carnaval, también conocidas como carnestolendas. En estas danzas destacaban en sus coreografías, por lo general, la música y la representación a cargo de actores y bailarines profesionales, de distintas figuras de la mitología clásica. A finales del siglo V antes de Cristo. Dichas danzas comenzaron a formar parte de la escena social y política de la antigua Grecia, por lo tanto comenzaron a ser bien vistas. Los rituales de la danza de los Dioses y Diosas del Panteón Griego han sido reconocidos como los orígenes del teatro contemporáneo occidental.
Por su parte, entre la Cultura Romana, la aceptación de la danza por parte de los poderes públicos entró en franca decadencia, el reemplazo del politeísmo romano por el cristianismo del Imperio, inició una nueva era en la que el cuerpo, la danza y la sexualidad lujuriosa resultaron ser una misma cosa, por tal motivo fueron objeto de controversia, de rechazo y constantes conflictos, lo que hizo limitante su proyección y desarrollo.
Aspectos elementales de la danza:
Desde la aparición misma del ser humano sobre la faz de la tierra, este se ha expresado a través de las artes, exteriorizando o manifestado alegrías, tristezas, emociones, pedidos, deseos, frustraciones y agradecimientos. Es así como, hasta hoy día, nos llegan desde tiempos muy remotos su variada carga artística, y unido a ello, sus costumbres, su vida, y parte de su propia historia. La danza no esta deslindada o distanciada a este fenómeno, y es, la danza, probablemente de las primeras artes a través de la cuál se expresa y se comunica con sus semejantes, es muy importante destacar que pueda y/o deba ser considera como la más simbólica de las artes ya que, al no contar básicamente de la palabra, se acrecienta la necesidad de una muy buena transmisión corporal y gestual.
La danza, es sinónimo de movimiento, pero un movimiento muy especial ya que requiere de la vinculación, integración o unión de cinco elementos indispensables, los cuales, se interactúan para transmitir un mensaje artístico, son estos:
- Ritmo
- Movimiento
- Expresión Corporal
- Color y
- Espacio
Con la combinación de estos elementos llegamos a poder definir la danza como el desplazamiento realizado en el espacio, por el cuerpo del bailarín, dibujando o describiendo una forma, impulsado o estimulado por la energía propia, con un determinado ritmo, durante un tiempo prolongado o reducido.
El uso de uno u otro de estos elementos del movimiento no es siempre equilibrado o en balance perfecto, en algunas danzas predomina el ritmo, en otras el uso del espacio, o la expresión corporal resalta sobre otro, y así por ejemplo. También es importante destacar que de acuerdo al carácter de la danza, se acentuará el empleo de uno u otro elemento.
Algunas subdisciplinas artísticas de la danza o subgéneros están reglamentados y se imparten en escuelas de baile o academias de danza, sin embargo no son todas, las que si lo están se ajustan o someten a un riguroso cronograma o programa de estudios según la especialidad, otras modalidades o tendencias, debido a que de esta forman parte de una cultura ancestral, se transmite de padres a hijos, es decir de generación en generación, no requieren de rigurosidad en su enseñanza y no por ella son menos importantes o menos hermosas.
La Danza puede o suele asociarse a elementos adicionales no danzables en si, los cuales le infunden o imprimen una intención determinada, estos elementos son El gesto simbólico, la mímica, la palabra y la música, lo cual suele hacernos ver a la danza no sólo como el hecho de bailar por bailar, sino que la hace sobre pasar los límites de su propio género.
La Danza Folklorica - Tradicional y La Danza de Proyección Folklorica - Tradicional
La Danza Folklórica y/o Tradicional: Es realmente importante destacar que la danza Folklórica es aquella que es concebida, gestada y desarrollada desde la propia comunidad, en donde se conjugan y vinculan de forma armoniosa una variedad de elementos locales, tales como la gastronomía, la artesanía, creencias, al igual que los aspectos que le dan forma a la idiosincrasia como los rasgos, temperamentos, carácter, etc., distintivos y propios de los individuos de la referida colectividad; cuentan además como característica el que son heredadas, es decir transmitidas de generación en generación, que poseen además un rasgo de tradición, es decir que se realizan con una periodicidad o frecuencia constante, en ellas participa, por lo menos, un buen grupo representativo de los habitantes de la localidad y el resto de una u otra forma se identifica con la misma.
En resumen la danza folklórica es la que se desarrolla o realiza en una comunidad, ejemplo de ello los bailes de tambor en honor a San Juan Bautista de cualquier comunidad de Venezuela.
La Danza de Proyección Folklórica – Tradicional:
Una danza o baile se considera de Proyección folklórica – Tradicional, cuando, aun siendo ejecutada por la propia comunidad, con los elementos que le identifican o caractericen, pero si no es realizada en su propio entorno geográfico, es decir que es extraída de su ambiente natural y escenificada en otro lugar, deja de ser folklórica y se convierte en Danza o Baile de proyección folklórica o de proyección tradicional.
Tanto la danza Folklórica como la de proyección folklórica o tradicional para su escenificación cuentan indispensablemente con un conjunto musical que le acompaña tanto en la parte instrumentista como en las de los cantos si es que contase con ellos.
Diferencia entre Baile y Danza
En otras latitudes y países llaman indistintamente como sinónimos al Baile y la Danza; ahora bien, en Venezuela y para nosotros los que de una u otra manera nos dedicamos a cultivar el área de la danza, llámese folklórica, tradicional, de proyección folklórica o de proyección tradicional, existen dos subáreas de relevante importancia, ello debido a que subdividimos al arte del movimiento del cuerpo estimulado o no por la música –la danza- en dos categorías, a saber:
La Danza Propiamente dicha y El Baile.
La primera, encierra en si a todo aquel grupo de expresiones colectivas y socializadoras que desarrolla el ser humano mediante el uso y desarrollo de secuencias o figuras coreográficas preconcebidas, mejoradas mediante la realización de ensayos rutinarios que a la larga le infundirán sincronía o sincronización, se apoyan en el uso de un vestuario, de características similares, donde prevalece la uniformidad, muy bien elaborados, de llamativos y vistosos colores, así como del uso de elementos accesorios que se emplean en ciertos momentos de la ejecución de la misma; sus ejecutantes hacen uso de un sin número de figuras que se suceden de forma secuencial, entre las que podemos citar las mundialmente conocidas como:
Fuentes, por dentro y/o por fuera.
Herraduras, ues (“U”) o semicírculos
Doble hileras, dos columnas o dos en fondo
Empalizada o frontal
Caracol, serpiente o culebra
Trenzado o serpentina
Careos –con mas de 6 variantes-
Enganches
Cesta o canasto
Rueda
Tejido
Remolino
Nudos
Entre otros
Por su parte el baile, además de también ser socializador y colectivo, presenta como condición indispensable, el ser independiente o individual, y aunque si bien es cierto que requiere de ejecución cotidiana para ser asimilado por sus ejecutantes como representativo de un determinado grupo humano o de un lugar, región, pueblo o nación, no requiere de rutinas estrictas de ensayos, sus ejecutantes lo aprenden y asumen a través de la observación simple y transmitido de generación a generación como modelo sencillo de imitación, en resumidas cuentas el baile no es mas que una danza sin coreografías preestablecidas, tal es el caso en Venezuela de:
Los Valses criollos
Los Joropos, en todos sus estilos
El Tambor
El Calipso
El Merengue Criollo, cañonero o rucaneado
El Tamunangue o Sones de San Antonio de Padua
Entre otros.
La Danza, sigue formando parte de nuestras vidas al igual que lo hizo en la de nuestros antepasados. Es algo vivo y dinámico que evoluciona con los tiempos pero es indivisible o consustancial con la naturaleza humana.
CLASIFICACION DE LAS DANZAS Y BAILES TRADICIONALES DE VENEZUELA.
Por Luis Alfredo Valles Silva
Investigador, Cultor, Cronista e Historiador
de la Danza Tradicional Venezolana
Comenzaremos nuestra clasificación dancística o danzaria, para facilitarnos el trabajo, partiendo de una subdivisión territorial en regiones de Venezuela, regiones que hemos establecido por cuenta propia y que si bien no se corresponde con las regiones oficialmente descritas por la Oficina de Cartografía Nacional de la República Bolivariana de Venezuela, las hemos estructurado para facilidad de la ubicación y descripción de las danzas que debemos tratar. Es de hacer notar además, que hemos asignado a los estados representativos de las mencionadas regiones, algunas danzas que hemos considerado representativas para cada uno de ellos, destacando que los mismos posee una muy diversa gama de bailes y danzas tradicionales, las cuales no citamos en su totalidad porque realmente resultaría muy extenso el trabajo, se espera poder realizar, con posterioridad, una segunda y una tercera parte de este mismo trabajo, hasta, tal vez, agotar por lo menos el gran total de las manifestaciones danzarias y/o coreográficas del país.
Las regiones consideradas son:
1.- Región Andina, compuesta o conformada por los Estado Táchira, Mérida y Trujillo.
2.- Regios Costera, subregión de la cordillera central, conformada por los Estados Vargas, Aragua, Miranda y Carabobo.
3. Región Capital, conformada por el Distrito Capital de la República Bolivariana de Venezuela.
4.- Región Llanera, conformada por los estados Apure, Barinas, Cojedes, Guárico y Portuguesa.
5.- Región Oriental, conformada por los Estados Anzoátegui, Monagas, Nueva Esparta y Sucre,
6.- Región Centro occidental conformada por los Estados Falcón, Lara y Yaracuy.
7.- Región Guayanesa conformada por el Estado Bolívar
8.- Región Centro Sur compuesta por el Estado Amazonas
9.- Región Deltaica compuesta por el Estado Delta Amacuro y
10.- Región Lacustre o Zuliana, conformada por el Estado Zulia.
Ahora bien, partiendo de esta subdivisión geográfica, enumeraremos algunas danzas y/o bailes representativos (as) de cada una de estas.
Región Andina: Las Danzas mas representativas de ésta subregión son: El Pato Bombiao, o baile con bombas, los Giros de San Benito de Palermo, Las Locaínas o Fiestas de Locos, Los Danceros o Vasallos de La Candelaria y El Tres Andino.
Región Costera: Son representativas en esta subregión los Bailes de Tambor en Honor a San Juan El Bautista, Los Joropos Costeros o costeños y Las Diversiones de Carnaval.
Región Capital: La Región Capital viene representada danzariamente por el Merengue Rucaneao, Merengue Caraqueño, llamado Música Cañonera o Trabuco, de Retreta o Placera (De Plaza).
Región de Los Llanos: La máxima representación en danza de esta región es el Joropo, el cual además dada su proyección general esta catalogado como Baile Nacional, no obstante existen otras danzas que se localizan en los estado que conforman esta región.
Región Oriental: Si en la Región Llanera, el Joropo Llanero es su máxima representación, este mismo género, pero en su versión Oriental (Joropo Oriental) es la representación de dicha región.
Región Centro Occidental: Esta región cuenta como representativa en el aspecto de la danza, con los Llamados Sones en honor a San Antonio de Padua, últimamente llamado “Tamunangue”, su hermano el golpe larense, también llamado por algunos “golpe tocuyano” y el Baile de Las Turas.
Región Guayanesa: Su máxima expresión coreográfica es El Calipso Guayanés.
Región Centro Sur: A esta región la representan dignamente los bailes o Danzas étnicas que practican desde inmemoriales tiempos los descendientes de nuestros aborígenes o gente autóctona, entre estos bailes étnicos tenemos los bailes de la Nación Jiwi, occidentalmente llamado Goajibos, en particular el baile de la wajita o rueda y los de la Nación Waika, llamados Yanomami por los occidentales, quienes realizan la danza del Pijiguao
Región Deltaica: Esta subregión esta representada por los bailes y/o danzas Deltanos de los grupos étnicos waraos, araucanos y caribes; aunque en esta región se practica con bastante fuerza el Joropo deltano, muy parecido al guayanés y al Oriental, con los cuales está emparentado. Así podemos mencionar la danza de la “Nijarabana” de los Waraos, o la danza de la duadona, que es una lanza que se arroja para dar inicio al baile del mismo nombre, se canta a amanera coral e instrumentalmente solo se usa el “Clarinete Warao”.
Región Lacustre o Zuliana: A dicha región la representan magistral y dignamente las llamadas danzas del Chimbánguele en Honor a San Benito de Palermo, junto a su antesala La Gaita de Tambora, ambos, de la región Sur del Lago, y las otras tres modalidades de gaitas: la Gaita Perijanera en la Sierra de Perijá y en la Villa del Rosario de Perijá, la de Santa Lucía en el propio Maracaibo y la mundialmente conocida Gaita de Furro, que aunque no posee una estricta manera coreográfica, lo que lleva a considerarla por algunos como carente de baile, no obstante si se suele bailarse.
Región Andina:
El Pato Bombiao: Lo que antiguamente se llamo Baile del “Paso Bombiao”, con el correr del tiempo degenero a “Pato Bombiao”, recibe el nombre de “Bombiao” debido a que durante la ejecución del mismo, en cierto momento la música se detiene y los bailadores por turnos correspondientes se dedican versos o coplas alegóricas o alusivas, de enamoramiento, desenamoramiento, o lo que es lo mismo de amor y desamor, humorísticas, satíricas o meramente románticas, acción que en casi toda la Venezuela folklórica le dan a llamar “Bombas”, de allí su nombre de Bombiao. Este baile es muy popular en los Estados Táchira y en Mérida, durante el desarrollo del baile, entre cada bomba se observa la interpretación musical de un típico conjunto local, compuesto entre otros por los instrumentos siguientes: El cuatro o guitarra pequeña, la guitarra grande, el tiple andino, la mandolina o bandolina, el violín y las maracas, la melodía que interpretan estos músicos locales es por lo general una especie de joropo a manera de fandango o bien un pasillo andino o bien un joropo., las parejas mixtas, en número indefinido recorren la pista de baile de manera libre, deteniéndose según las paradas que el conjunto considere pertinentes, para que el caballero inicie la porfía de versos o cuartetas octosílabos dedicados a la dama, acción a la cual le sucede la dama con su respectiva respuesta de la bomba, esta debe ser una contesta acorde a la que le dedico el caballero.
Las Danzas y Giros de San Benito de Palermo: El culto devocional al Santo Negro subió a los Andes desde Zulia a través de Trujillo llegando a este y a Mérida y transformándose con el tiempo, en estos pueblos se festeja el Santo Moro con las llamadas Danzas de Giros, hombres y mujeres trajeados de blanco generalmente, aunque hay cofradías donde se destacan damas trajeadas de amarillo y de color beis, para distinguirse como señoritas las primeras y señoras casadas por la iglesia católica las segundas, este es el caso de pueblos de Trujillo como en La Mesa de Esnujaque, otro caso es el trajearse de negro y teñirse el rostro de igual color en las poblaciones de Chachopo, La Venta y Mucutujote en la Zona paramera de Mérida, en todos los casos realizan danzas de tejidos de mástiles o palos de cintas, o bien de troncos de árboles y hasta de ejes humanos (tejido de una persona), realizan paseos danzando alegremente por las calles de los poblados acompañados de sus violines, cuatros, tambores y su respectiva maraca que porta cada danzante para marcar sus ritmos particularmente.
Las Locaínas o Fiestas de Locos: Estas pantomimicas danzas se detectan por lo general para la celebración del día de los Santos Inocentes (28 de diciembre) en casi todo el país y por ende en la región Andina, digna representación de estas son las de la región del Valle en Mérida en poblaciones como El Arado y Las Cuadras, estas se detectan el día 2 de febrero y reciben el nombre de Locos de La Candelaria, por festejarse en el día de La Candelaria, es una especie de teatro popular, basado en un hecho de la vida real de una pareja de campesinos del lugar progenitores de un numero extenso d hermosas hijas en edad casamentera a las cuales asediaban fuertemente los mozos de localidades vecinas, a lo cual el padre se oponía rotundamente. La ejecutan hombres trajeados de damas, haciendo reminiscencia a las bellas doncellas hijas de Candelario (El Viejo) representado por un danzante durante la parodia, quien es acompañado de Candelaria, su vieja esposa, también encarnada por otro hombre danzante de la comunidad; la mojiganga es acompañada de un típico conjunto local integrado por guitarra, cuatro, tambor, maracas y el infaltable violín.
Los Danceros o Vasallos de La Candelaria: En las localidades de La Mesa Bolívar (Municipio Antonio Pinto Salinas) y La Parroquia [(Parroquia San Rafael de Alcázar del Municipio Obispo Ramos de Lora)] del Estado Mérida, durante las fiestas de La Virgen de La Candelaria, el 2 de febrero se puede apreciar la aparición de un gran numero de hombres danzando en honor de esta Virgen, en la Mesa Bolívar, festejas además el día 1 ero, con el llamado Ensayo General de las Danzas y El apagón del sistema eléctrico, adornando al pueblo con n centenar de velas que ocasionan un impresionante ambiente, esta danza al igual que su homologa la de la Parroquia es ejecutada exclusivamente por hombres, aunque ya se esta aperturando en La Parroquia la participación a algunas damas que así lo han solicitado, se basa en acontecimientos netamente agrarios, consta de varias danzas entre estas, la quema, la siembra, el aporco, la cosecha, el palito y el encierro del chivo, se dice que esta basada en una aparición mística de la Virgen a una habitante de La Parroquia, cerca de la población de Zea y esta fue inspirada en una ilustración que le revelare la Virgen para la creación de la Danza, de esta comunidad partió a La Mesa Bolívar donde tomó características particulares que la diferencian de la otra sobre todo en la vestimenta. Musicalmente son muy similares al igual que en la instrumentación empleada: Cuatro, guitarra, tambora y Violín y una maraca que porta cada danzante para marcar su ritmo particular.
El Baile del Tres Andino: Este baile transformado en el tiempo luego de su intento de reactivación al haberse perdido por alrededor de unos 70 años, alrededor del año 1825, y tratado de devolver al pueblo aproximadamente en 1940, fue además conocido como “Tresillo” (Combinación terno-binaria en el acompañamiento, a veces también en la voz cantante. Originalmente solo existía en compases alternos. Luego se fue fragmentando en tresillos de corcheas. La Historia cuenta, que en 1810 comienza la Guerra Independentista en Hispanoamérica, en 1821 siendo Venezuela independiente, se produce una emigración a Puerto Rico, consigo, estos emigrantes, llevan el danzón venezolano, también conocido como Tres, dado a que constaba de tres partes, 8 repetidos (paseo), y 8-8 o en algunas ocasiones 16-16. Valor bailable. Lo que da origen en Puerto Rico al baile de pareja, atribuida su introducción a los venezolanos, más adelantados culturalmente en esa época. Sobre todo en el Estado Táchira y zona confluente con Colombia se conocía a través de la historia oral la existencia en el pasado de este género musical y coreográfico, de él se hallaron partituras fáciles de interpretar, mas se desconocía su forma de bailar; una vez iniciado el deseo de reactivarlo a los pioneros de esta gesta se les ocurrió que al llamarse Tres debió ser, por ser bailado por un trío, surgió así esta manera hoy día peculiar, otrora desconocida de ejecutar un baile popular, el trío lo conforman dos damas y un caballero o dos caballeros y una dama que realizan figuras de significativa elegancia, en Venezuela es mayormente conocido en poblaciones del Estado Táchira. .
Región Centro norte costera:
Las poblaciones que conforman esta subregión que hemos denominado costera y la cual forma parte de la oficialmente catalogada región de la cordillera central, cuenta como representativa con:
Las Fiestas del Tambor en Honor a San Juan El Bautista: Esta festividad es producto de la inventiva del colectivo y de su interpretación particular de las narraciones y enseñanzas bíblicas. La Iglesia Católica en su afán de evangelizar a los nuevos pobladores de la Venezuela postcolonial, hizo uso del Teatro Popular, llamado para ese entonces, al basarse en acontecimientos bíblicos: “Autos Sacramentales” El auto era en su origen una representación teatral tanto de índole religiosa como profana; los autos recibían también en la Edad Media el nombre de misterios o moralidades, sobre todo cuando trataban de tema religioso; desde la segunda mitad del siglo XVI comenzaron a llamarse autos sacramentales. Con dichos autos, la iglesia católica narraba los acontecimientos de Santos y sus hechos a los nuevos venezolanos quienes dieron una interpretación particular de esos hechos y los fueron internalizando a su manera, le adicionaron elementos de su cultura original, es de recordar que la población venezolana, como toda la caribeña esta conformada por una mezcla de culturas africanas, hispanas y étnicas como cultura aborigen del continente, con el correr del tiempo los festejos a este Santo Varón, el Santo del Bautismo liberador del pecado, han resultado en una explosiva gama o variedad de modalidades o estilos de toques, cantos y bailes de tambor, basados en antiguas danzas guerreras africanas castellanizadas y criollizadas con el tiempo y deslindadas de sus también antiguas esencias idolátricas y ahora trasladadas a un “culto catolizado” bien visto por unos y en observación por otros, pero que llegándose a resumir forma parte de la identidad de un gran numero de adeptos de comunidades costeras y subcosteras del país, en donde el tambor es el instrumento primordial; lo ubicamos en las costas mirandinas, desde Cúpira en el Municipio Pedro Gual, hasta Higuerote en el Municipio Brión, con su variedad de Mina y Curbata, apreciándose en estas comunidades además, la variedad de los llamados tambores cumacos y/o los burros negros (cumacos enormes), la trilogía de tambores redondos o culo e’ puyas, entre otros; caso similar en el Estado Vargas, en donde se detecta festejos a San Juan con su resonar de tambores en las poblaciones de Chuspa, limite con Miranda, pasando por La Sabana, Todasana, Naiquatá, Caraballeda, Macuto, Maiquetía, La Guaira, Catia La Mar, Carayaca, Tarma, Oricao, Chichiriviche y Puerto Cruz, Límite con el vecino estado Aragua donde las poblaciones de Chuao y Choroní (Municipio Santiago Mariño); Ocumare de la Costa, Cumboto, Turiamo, Cuyagua, Cepe, Puerto Maya y Cata del recientemente creado Municipio Costa de Oro, antiguamente pertenecientes al Municipio Girardot, rinden especial veneración con sus Sangueos, los paseos en lanchas por el mar con la imagen del Santo (imagen de San Juan niño), en el llamado embarque y desembarque de San Juancito, el mismo escoltado con banderas multicolores y acompañando a sus devotos, los incesantes cumacos que producen su sonoro repicar, al llegar al centro poblado, donde se entonan los llamados lejíos, loas o sirenas, cantos devocionales, sin acompañamiento musical, a manera de cuartetas alusivas al Santo, a su vida, o bien a los presentes en el ritual; esto acontece en las casas construidas para la veneración del Santo, mientras que afuera la batería e tambores, conformada por un par de cumacos, no para acompañando a los cantadores y cantadoras que se suceden por turnos espontáneos en la interpretación de los golpes trancados, sean de los llamados “Golpe de plaza” y/o “Golpeao”; caso muy similar sucede en las carabobeñas poblaciones de Puerto Cabello (Municipio Puerto Cabello), Morón (Municipio Juan José Mora) y los caseríos y Parroquias Goaigoaza, Borburata, Patanemo, en donde la diferencia vendría dada por puntualidades, como en el caso de utilizar además de los cumacos, las llamadas tamboras cortas o “campanas”, mas livianas y de mejor manejo a la hora de desplazarse por las calles de las respectivas poblaciones, al igual que forradas con pieles mas suaves como las de cabras jóvenes o de sexo femenino (chivas), las que le permiten a los carabobeños ostentar unos repiques sanjuaneros mas acelerados que le caracterizan.
Los Joropos Costeros o costeños: El joropo tamben es llamado Fandango. Se estima, que etimológicamente la voz joropo es un derivado del árabe xarop, que traduce jarabe, sirope o hidromiel.
El compositor Español Antonio y Ramos Soles (El Padre Soler), alumno aventajado de Scarlatti, compuso a mediados del año 1700 un famoso fandango para clavecín (instrumento musical de cuerdas y teclado, ya en desuso) en el cual se aprecian desarrollos rítmicos y melódicos incorporados posteriormente, en forma idéntica, a nuestro popular pajarillo, así como también a las secuencias armónicas y fraseos presentes en el llamado seis numerao, ambas piezas pertenecientes a la familia del joropo tradicional venezolano.
Los primeros fandangos llegados a Caracas, probablemente en el transcurso del siglo XVIII y ejecutados en vihuelas (en Navarra-España Guitarra), bandurrias (instrumento ovado, con seis ordenes de cuerdas dobles) y mandoras (instrumento musical de cuerdas de cuello alargado de origen árabe), se tocarían en las veladas de los "grandes cacaos", llamados así por ser los dueños de las haciendas de cacao y café, circunvecinas a la capital.
El Fandango, como música de divertimento, competiría en buena lid con los conciertos de cuerdas referidos por Arístides Rojas en su célebre relato sobre la primera tasa de café que se tomó en Caracas, en 1786, por iniciativa del Padre Sojo, fundador de la Escuela de Música de Chacao, y a quienes acompañaron en esa empresa el Padre Mohedano y don Bartolomé Blandín, dueños también de haciendas, como la de "La Floresta", hoy integrada a la actual área metropolitana ciudad capital de la República Bolivariana de Venezuela y de lo cual se conserva el nombre y la casona original.
Esos fandangos ejecutados en arpa clásica y clavecín (Instrumento musical de cuerdas y teclado que se caracteriza por el modo de herir dichas cuerdas desde abajo por picos de pluma que hacen el oficio de plectros) por los mantuanos en sus fiestas de haciendas, fueron aprendidas de oído por la peonada, constituida principalmente por negros y mulatos, nuestros campesinos en sus ratos libres, lograron recrear las melodías originales de los temas aprendidos. Había nacido así el joropo central de Los Valles del Tuy y de Aragua, con una impresionante riqueza melódica y un bordoneo, con algunas dificultades rítmicas, heredada del mundo sonoro africano, para ser ejecutados en un arpa rústica hecha de guasdua, juajua, guafa o bambú o en una bandola construida del fruto seco del taparo (cresenthia cujete), de allí en adelante aquel fandango clasista y reposado se transformaría en una forma popular venezolana, donde se fusionan en el arpa, el tipleteo de la región aguda, los tenoretes de la región media y el bordoneo propio de los bajos.
Este joropo llamado central bajo a la región de Barlovento, allí adquirió puntualidades que lo caracterizan, mas que todo en lo que respecta a la instrumentación empleada, lo cual es generalmente interpretado con la bandola Riochiqueña, por emplearse en Río Chico y zonas circunvecinas, aunque es frecuente también observar el arpa central ser ejecutada.
Hoy día se conocen, entre otras variantes del Joropo Central o costeño: los llamados golpes, guabinas, resbalosas o refalosas, yaguazos, pajarillos, pasajes, revueltas y hornadas. Este estilo o modalidad de joropo, a través de las oleadas humanas se ha trasladado a diversas regiones costeras y subcosteras del país, es un baile libre de parejas mixtas en conjunto, es un joropo salpicado de jocosidad y romanticismo, de gallardía y elegancia.
A diferencia de las otras festividades tradicionales barloventeñas, marcadas por un calendario religioso, el joropo barloventeño se realiza todo el año. Las localidades donde se origino esta festividad es la población de El Guapo (Municipio Páez) y zonas cercanas como Cúpira (Municipio Pedro Gual).
La Bandola de El Guapo tiene ocho cuerdas, a diferencia de la llanera que tiene cuatro.
Los instrumentos musicales que integran el joropo barloventeño son: la bandola de ocho cuerdas, el cuatro, el güiro, las maracas, la marímbola (cajón con un agujero y en medio de agujero se sujetan unas laminas de hierro que hacen las veces de bajo). Por último un cantante solista y varias parejas de bailes conforman el baile de Joropo de El Guapo.
Los grandes bandolista de Barlovento han sido Juan Rebolledo, Regino Colina, Inocencio Caraballo, Pedro Pablo Arteaga y Ursulino Olivo.
El Joropo Central y su pariente cercano el costeño tiene Pasajes y Golpes, cosa común con los demás joropos, pero además reúne una forma musical que algunos consideran un pasaje largo que se llama La Revuelta. Esta consta de 4 partes bien diferenciadas: Pasaje, Yaguaso, Guabina y Marisela. En la Revuelta se cuentan sus 4 partes. Primero el Pasaje en donde el cantante desarrolla el tema central de la canción. Luego entra el Yaguazo o Yaguaso en donde el cantante, por lo general, comienza a echar versos improvisados aunque sin perder su estructura. Luego arranca la Guabina que también tiene una forma armónica fija aunque se diferencia de las anteriores. Luego comienza la Marisela que es la única parte instrumental de la Revuelta, esta termina con lo que se llama la "llamada del mono" que es por lo general una copla humorística del cantante con la que se cierra el tema.
Cada una de las partes de la Revuelta implica variaciones en los pasos de los bailadores en pareja quienes van ejecutando figuras comunes con los otros joropos: valsiao, zapatiao y escobillao y otras figuras propias del Joropo Central, como las vueltas a la inversa, el freno o frenado del paso, la vuelta en bandera, entre otras.
Las Diversiones de Carnaval: Entre las mas relevantes de esta región debemos citar en Carabobo a la impresionante diversión de la Hamaca, festejo que celebra el cierre del carnaval e inicio de la cuaresma, similar a su homologa diversión del Estado Vargas (Naiquatá) el llamado Entierro de la Sardina, es una especie de mojiganga, donde todos los participantes, hombres exclusivamente se apoderan del pueblo, desdoblan por lo general sus roles o personalidades y se entregan a llorar un difunto imaginario, en San Millán de Puerto Cabello en el Estado Carabobo el difunto (un has de paja) es trasladado en una improvisada Hamaca, mientras que en Naiquatá del Estado Vargas va en una carromato o carroza, representado como un gran pez muerto (sardina), van entonando cantos alegóricos, sean de tambor o de ultima moda en el ambiente cotidiano, en ambos casos se pretende dar sepultura a la lujuria que representa el carnaval, para dar inicio a la cuaresma (En algunas iglesias cristianas, tiempo litúrgico de preparación de la Pascua de Resurrección, desde el miércoles de Ceniza hasta el Jueves Santo, y que se caracteriza por ser un período de penitencia.)
En el Entierro de la Sardina se conjugan trajes exóticos, comparsas, pelucas, personajes ambiguos, un cura que libera de pecados a los pobladores, toda una fiesta que culmina con el entierro de un pez azul. Esta colorida fiesta corresponde a una de las tradiciones más arraigadas del pueblo varguense, citamos el entierro de la sardina, el cual florece cada año desde 1915 en la parroquia Naiguatá del estado Vargas.
Otra Diversión que comparten las poblaciones de estos estados es la de La Burra, mojiganga que representa al jumento en referencias, haciendo alusión a su relación, la cual a veces va más allá de la simplemente laboral (amo/patrón vs. animal de carga/transporte) a la de estrecha compenetración a veces hasta romántica a manera de chanza o jocosidad, un joven de la respectiva localidad representa al dueño y al animal a la vez, un artesano local se encarga de elaborar el jumento (burra) de tal modo que al observarlos se aprecie a los dos personajes simultáneamente, el hombre con habilidad corporal deberá hacer ver a los espectadores la diferencia entre ambos, generalmente un grupo de muchachos “zagaletones” acompaña la diversión o parranda formando círculos que limitan a los espectadores para que dejen expresarse al binomio burra-jinete, un típico conjunto local, portando alguno que otro instrumento o elemento sonoro, les acompañará para amenizar la mojiganga.
Región Capital:
La música caraqueña, entre los años 30 al 50 del siglo XX, era la llamada música para baile de salón o de sala. Para esta misma época surge, a raíz de los llamados tangos merengues y estos a su vez de los merengues caribeños, el llamado merengue caraqueño, un merengue muy contagioso y alegre, el cual no logró desarrollarse, debido a la arrollante entrada de otros géneros bailables que llegaron de otras latitudes, principalmente de Cuba; es un género que ha quedado en el olvido, a pesar de ser el sonido de la Caracas de aquellos tiempos, y de ser el punto de partida para el surgimiento del género urbano venezolano.
En aquella época de antaño, en la capital de Venezuela existían unos excéntricos lugares llamados “mabíles”, sinónimo de clubes nocturnos de no muy buena reputación, la mayoría de los casos, donde los caraqueños mas destacados concurrían a bailar los llamados merengues “rucaneaos”; nombre que recibió por la peculiar manera de bailarlo, y que consistía en un característico movimiento de la cadera por el acentuado quiebre de la cintura. La palabra “rucaneao” se dice viene de un sobrenombre que aun hoy día le dan al plátano (musa paradisíaca), “rúcano”, mientras mas grande el plátano es mas rúcano, el vulgo popular del venezolano traslado este nombre de rúcano (plátano) al miembro sexual masculino y como en este merengue, el hombre mueve viva y armoniosamente la parte de su cuerpo en don de se ubica éste, tratando de frotarse con su compañera de baile, popularmente trasladaron el nombre de bailar rucaneao, caso similar al “Raspa Canilla” costeño colombiano, o al mas contemporáneo decir de “Pulir la hebilla”. Este merengue era interpretado por los llamados músicos “cañoneros”, a los cuales se les dio esta nominación, según dos versiones, la primera, en traslado del nombre de un implemento con el que se anunciaban por las calles las retretas y bailes en los mabíles. Se trataba de una pequeña sección o tubo de bambú (bambusa sp.), conocido como trabuco o cañón, que se rellenaba de carburo (carburo de calcio) al cual se le agregaba cierta cantidad de agua para hacerlo reaccionar, se tapaba con ambas manos, reteniendo sus gases explosivos, hasta cuanto pudiese el operador del implemento, mientras esto ocurría, otro encendía un cerillo o fósforo y lo acercaba por una ranura que poseía el trabuco o cañón; al detonarlo llamaban la atención de los pobladores y anunciaban el evento social del momento.
Otra versión señala que a esta música la llamaron cañonera por los músicos, que era a quienes llamaban cañoneros, ello debido a que en los mabíles donde se ejecutaban últimamente, y en estos lugares se daban cita, damas dedicadas al retozo y desorden, muchas veces no dejaban a estos músicos hacer su trabajo de tocar, entonces estos molestos demostraban su enojo con caras amarradas o de no muy buenos amigos, a esta forma de demostrar un rastro enojado con el tiempo le dieron a llamar cara de cañón, debido a que comparaban una facción de enojo con un cañón armado y listo para disparar, de allí que llamaban a los músicos cañoneros.
En Venezuela tomamos el mismo nombre de merengue del Caribe, por ese permanente contacto que se mantenía, como aún hoy día se mantiene, con las Antillas, pero no su forma o estilo de baile ni tampoco su ritmo.
Aproximadamente entre 1850 y 1910, en Caracas prosperan y se imponen una serie de canciones y aires musicales, de manera especial el merengue, el cual se convierte rápidamente en una moda, el merengue, realmente, como adopción y origen es caraqueño. Es una pieza genuinamente caraqueña, su característica principal es que es satírico, de doble sentido, pendenciero, no hay merengue romántico o de amor.
Región de Los Llanos:
Como dijésemos en la clasificación de las regiones del país, en estos estados la máxima representación es el Joropo, calificado, para diferenciarlo al, de los otros estilos de joropos existentes en el país, como Joropo Recio o Joropo Llanero.
De las variantes del Joropo llanero se conocen las mas antiguas como el galerón, el pajarillo y el numerao, así como las invenciones mas recientes aportadas por nuestros creadores populares a partir de temas inscritos en el anonimato, así tenemos: periquera, zumba que zumba, guacharaca, gabán, San Rafael, gavilán, quirpa, seis por derecho, carnaval, catira, pasaje, corrío, paloma, chipola, merecure, cunavichero y quitapesares.
Cada uno de estas variantes o aires de joropos, nacidos en comunidades de nuestros llanos, los mismos encierran historias, anécdotas, cuetos o cachos y leyendas de tal significación, que merecería estudio separado como contribución a la memoria musical de nuestro pueblo, de su arte y de sus aconteceres.
Este estilo de joropo es el que posee mayor variedad en cuanto a las figuras que ejecuta la pareja de bailadores, es característico en este que el hombre zapatee y mientras este lo hace su acompañante, la dama, escobilla o escubilla, se conocen mas de una docena de estilos o modos de zapateos del hombre y mas de una media docena de estilos de escobilleos o escobillaos de la dama, en cuanto a las figuras se han registrado mas de 100 figuras, todas nacidas en el propio llano, figuras que la inventiva del pueblo va recreando de acciones propias de la naturaleza y su entorno, como el vaivén de la palma, la sentada de la danta, el remolino, el galapaguero, la vuelta de bandera, el lazo de la soga, el paso horconeao o jorconeao, entre otros, es de hacer notar que en losa actuales momentos ha surgido un nuevo estilo de joropo al cual han denominado, “Joropo Académico”, es un estilo que parte del recio propiamente dicho, pero con el cual se debe tener cuidado porque se nota que los ejecutantes están tomando figuras de otros aires, sobre todo de la llamada Salsa Casino y pude correr el riesgo de tergiversarse y dejar de ser joropo y transformarse en otro asunto, en todo caso eso es digno de un estudio separado.
Región Oriental:
El Joropo Oriental. De los llanos occidentales, por la ruta de los ríos Apure y Orinoco partió el joropo un día cualquiera, para llegar a las tierras de Guayana y del Oriente venezolano.
La riqueza del joropo nacional se hace presente en el oriente venezolano a través de las variantes “zumba que zumba” (en modo mayor), sabana blanca, catira, golpe de arpa, llabajero (por ser música venida de allá abajo del llano), mediadiana y golpe y estribillo.
En Esta región el bandolín y la bandola oriental (de ocho cuerdas) sustituyeron al arpa como instrumento melódico. En la Costa de Sucre se ha incorporado La cuereta o acordeón, para el fraseo melódico y la tambora como percusión, ambos integrados para la ejecución del golpe con estribillo. Este último compuesto de dos partes, la primera con tema libre y reposado por caracterizar a una forma valseada de tres tiempos, y la segunda, en la trama rítmica del 6 x 8 (seis octavos) que permite la improvisación virtuosa de los instrumentos melódicos y del canto sobre un esquema armónico fijo repetitivo.
Las Diversiones Orientales:
Este subgénero de los bailes y danzas orientales de Venezuela, está representado por las muy conocidas diversiones de: El Chiriguare, El Róbalo, La Burriquita, La Sirena, Los Chimichimitos, entre otras, expresiones que han sido interpretadas por generaciones de escolares en todo el país, pero que no son masque una ínfima parte del total de ellas, amen de no ser, hoy día lo mas representativo del oriente venezolano en lo que a su género respecta, mas bien las mismas han entrado en desuso, dado las transformaciones que algunos han hecho de las mismas, lo que en realidad las ha alejado de su realidad sociocultural, no obstante y para bien de este singular y preciosista subgénero, Los Estado Sucre, Nueva Esparta y Monagas son fiel ejemplo de la creatividad comunitaria, así encontramos en comunidades de estos estados diversiones como La Mariposa, El Zancudo Patas Blancas, La Iguana, La Tortuga, El Pez e´Loro, El Tiburón, La Raya, La Culebra, entre otras y la inigualables Culebra Rabo amarillo de San Antonio de Ipure y El Mono de Caicara de Maturín, ambas del Estado Monagas.
El Maremare Indígena:La etnia o grupo Kariña (o Cariña) contaba, según el censo de población indígena de Venezuela del año 1992, con un estimado de 11.141 personas. Este grupo habla la lengua Kariña del tronco lingüístico o filiación caribe y se ubica mayoritariamente en la mesa de Guanipa en el estado Anzoátegui, aunque hay núcleos al norte y al sur del Orinoco, en Monagas, Bolívar y Sucre en Venezuela. .
Su estructura social está basada en la familia extendida, formada por un hombre casado, su esposa, sus hijos solteros y sus hijas casadas, incluyendo los maridos de éstas y sus respectivos hijos.
En el pasado, vivían en chozas comunales; en la actualidad viven como la mayoría de los campesinos del país, en casas de las llamadas de soluciones de políticas habitacionales gubernamentales, en su mayoría.
Cada aldea o comunidad es autónoma y destaca la figura del “dopooto” o "gobernador", el cual goza de un liderazgo basado en su prestigio personal, en sus cualidades persuasivas y en lo numeroso de su familia o parentesco; sus decisiones no son impuestas sino que son consulta y producto del consenso grupal.
El
grupo caribe, antepasado directo de los Kariña, fue un pueblo de
aguerridos navegantes que expandió su territorio al Mar Caribe y a sus
islas. Tras la llegada de los europeos hicieron gran resistencia a la
conquista. Actualmente muchos se han residenciado en las grandes
ciudades como El Tigre y Ciudad Bolívar pero se esfuerzan por conservar
su lengua y tradiciones.
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Su principal actividad económica es la producción de yuca, maíz, ají dulce y sorgo, además de la ganadería, la caza y en menor escala, la pesca. Muchos de ellos también trabajan, como mano de obra asalariada, para las industrias petroleras instaladas en la región.
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Su principal actividad económica es la producción de yuca, maíz, ají dulce y sorgo, además de la ganadería, la caza y en menor escala, la pesca. Muchos de ellos también trabajan, como mano de obra asalariada, para las industrias petroleras instaladas en la región.
En cuanto a su cultura y religión se ha de considerar el mare-mare, que es un baile festivo, posee dos condiciones, el propiamente festivo de divertimento, sin motivo especial para su ejecución y El Akaatompo o - maremare para los difuntos, también llamado del día de los muertos- es la festividad más importante de los Kariña, se celebra el 1 y 2 de noviembre. Los Kariña tienen un dios, un espíritu llamado Capuano, "El Señor de Todo". Creen también en la religión católica, pero de manera dispersa.
El Maremare es una danza que se realiza para conmemorar la visita de una persona importante o de un familiar a la comunidad, culminación del funeral por el fallecimiento de algún personaje o familiar, hasta la muerte es festejada con maremare, pues el Kariña estima que el difunto pasa en realidad a mejor vida, por ello es motivo de festejo, . El baile no es muy variado y se fundamenta en pasos hacia delante y hacia atrás que se ejecutan al compás de la música.
En su origen el maremare se ejecutaba únicamente con la flauta (mare), pero actualmente se ha instrumentando también con maracas, cuatro y guitarra. Los músicos se colocan al centro de los danzantes y estos se toman por los hombros y la cintura, de manera fraternal, haciendo giros colectivos hacia la derecha y hacia la izquierda, avances, retrocesos, saltitos, cruces de piernas, entre otros, con gran veteranía. La fiesta se concluye al acabarse las bebidas, el kashiiri y el "vooku" o “carato de yuca”. La vestimenta utilizada tiene rasgos indígenas y criollos: el hombre se viste con guayuco de tela y camisa corriente, las mujeres usan un camisón largo a manera de bata, llamada “sayal” o Bata Kariña, estas son unicolores pero de color variado para cada bailadora, rematada en faralaos tanto en la parte superior como en la inferior y adornada con cintas de colores, el hombre emplea un especie de paño terciado por las caderas llamado “pentú o landilla”, todos en color azul índigo o marino adornado en los bordes con cintas multicolores que semejan los colores del arco iris, tanto el hombre como la mujer llevan una especie de banda alrededor de la cabeza y a la altura de la media frente llamado penti, elaborado con fibra de moriche trenzado o tejido a la manera del tejido de la cestería típica del lugar.
Región Centro occidental:
Los Negros, Sones de Negros o Sones de San Antonio de Padua: Estos son un conjunto de siete piezas, que los descendientes de los deportados africanos traídos como mano de obra esclava a Venezuela desarrollaron tras las mezcla de su cultura con la hispana criolla y la aborigen, tiene como epicentro a la Ciudad de El Tocuyo del Estado Lara, de donde a través de crónicas se ha conocido, de esta colonial ciudad de El Tocuyo se disperso por casi toda la región centro occidental, particularmente a todos los municipios del Estado Lara y algunos de sus estados vecinos como Portuguesa, Falcón y Yaracuy, los sones de la suite festiva que se cantan, bailan y tocan son:
La Batalla o pelea de garrotes
La Bella,
La Juruminga o furuminga,
El Yiyivamos, chichivamos o Yeyevamos,
La Perrendenga,
El Poco a poco o la guabina
El Galerón y
El Seis Figuriao o Seis Corrío
Cuando los sones son por promesa se inicia y se concluye co la Salve Cantada.
Para la ejecución coreográfica participan parejas mixtas sucesivas por turnos, con la excepción del Seis Figuriao o Seis Corrío que interviene tres parejas mixtas (6 personas) simultáneas, en cuanto a la interpretación musical de estos sones, el conjunto típico que se integra incluye el cuatro y sus variantes como el quinto, el sexto y el seis, llamados así por la afinación y número de órdenes en su encordadura, el tamunango –tambor familia de los cumacos-, de donde desde hace como unos cuarenta años se traslado el nombre a los sones de negros o de San Antonio, santo de la iglesia católica al cual los devotos o creyentes rinden veneración y ejecutam estos bailes, con mayor incidencia entre el 12 y el 13 de junio de cada año, víspera y día propio según el santoral católico para este Santo varón.
El Golpe: Representa la forma o manera más genuina de interpretar joropo en el Estado Lara y algunas zonas de los estados de su confluencia (Yaracuy, Falcón y Portuguesa). No posee fecha fija para su ejecución y disfrute, porque se puede ejecutar en cualquier momento del año sea para animar una fiesta familiar, como para acompañar una celebración popular de la tradición local. Su característica fundamental es el canto en grupos llamados dúos, en donde cada primo o tenor va con su acompañante tercera, estilo único en el país.
En El Golpe se acostumbra el uso de un pequeño estribillo, el cual da normalmente origen al nombre de la pieza, que después de un interludio musical se alterna con las coplas o versos, la mayoría de las veces improvisados o sacados del cancionero popular. Para la interpretación de El Golpe, el grupo intérprete, dispone como en la del Tamunangue, de toda una familia de instrumentos de cuerdas: El cuatro, el cinco y el seis, además se adicionan las maracas y el tamunango o tambor largo es ree4mplazado o sustituido por la tambora golpera de dos parches o cueros (pieles o membranas), que producen una sonoridad particular, de amplio registro y volumen orquestal. Por supuesto, también se pueden encontrar en la región joropos instrumentales interpretados con violín como solista. Aún cuando en todo el país el joropo se define ante todo como un baile, en Lara no hay acuerdo de si El golpe debe o no ser bailable, lo que si es cierto es que todo el que lo escucha lo disfruta y lo baila alegremente.
Igualmente cierto es que la expresión nostálgica ¡Ah Mundo El Tocuyo! que le brota de la garganta al tocuyano cuando se encuentra lejos de su terruño y escucha entonar un Golpe es muy particular y emotiva.
Las Turas: Es una celebración colectiva que realizan los descendientes de los Indígenas "Ayamanes" y "Gayones", (Cabe citar, que hasta 1.920 todavía existían algunas comunidades de estas en la parte norte del Estado Lara y sur del Estado Falcón. En 1.927 el Etnólogo John, pudo coleccionar parte de un vocabulario "Gayón" entre los habitantes del pueblo de San Miguel Arcángel de Los Ayamanes del estado Lara), en Mapararí, El Vegón, La Veguita, Los Cogollos, Pozo Largo, Pozo Redondo, Ojo de Agua, El Valle, Quebrada Honda, San José, San Isidro, San Pedro, Santa Teresa, Cerro Colorado, El Cacuro, El Tigrito, El Hueque, El Rural, El Torito, El Cerrón, La Chara, El Chipopo, Divisé, Pararrilla, La Garza y Las Colinas al sur del Estado Falcón, y en Aguada Grande, Bobare, El Jusal, Siquisique, El Sisal, El Copey, El Topeye, La Venta y San Miguel Arcángel de Los Ayamanes, al norte del Estado Lara.
El nombre de "TURA" proviene de la denominación de la caña con la cual se elabora o fabrica la flauta, denominada también "TURA" usada para acompañar el baile, algunas personas, historiadores inclusive, aseguran que la palabra TURA tiene el significado en lengua "Ayamana" de "maíz tierno" o "jojoto", pero esta hipótesis aun no ha sido corroborada.
Se trata esencialmente de un antiguo rito de cosecha y fertilidad, celebrado en ciertas ocasiones del año, con los sacrificios de los primeros frutos en honor a los "santos espíritus" de la tierra y de la naturaleza con ocasión de los festejos, tiene lugar un baile monótono que se prolonga por algunos días, tal es el caso de "La Tura Grande" y de una noche y parte del día, en el caso de "La Tura Chiquita", o "Tura Pequeña". En esta última, los campesinos del lugar suelen consumir grandes cantidades de chicha o "Carato", bebida fermentada a base de maíz (Zea maíz), y la danza concluye cuando se agota la comida y la bebida y cuando los campesinos o participantes están completamente rendidos, los presentes suelen comer carne de venado durante la celebración, los que habrían de cazar los hombres antes del festejo.
La celebración del festejo de Las Turas, oscila entre los meses de mayo a septiembre y está íntimamente ligado al calendario agrícola. En Mapararí, se celebra siempre en conexión con las fiestas de La Virgen de Las Mercedes, Patrona religiosa Católica del lugar, el 24 de septiembre. Mientras que en los pueblos “tureros” de Lara y Yaracuy (Cararapa/Municipio Bolívar), cualquier día es bueno para una tura, siempre que sea época de cosechas sobre todo de maíz. La "TURA GRANDE", rara vez ha sido presenciada por personas ajenas al lugar o a la región, suele celebrarse es sitios apartados, en cuevas o en cumbres, su celebración llega a durar hasta siete días y siete noches, y la misma no presenta ningún aspecto cristiano, a diferencia de la TURA PEQUEÑA, donde se evidencia la presencia de la cruz. En cuanto al baile conserva su esencia aborigen, los bailadores entre mezclados o separados por sexos, se entrelazan semiabrazados pasándole un brazo, o bien por el cuello, o bien por la cintura del compañero (a) de al lado, el paso del baile es como ya hemos dicho monótono, un pie adelante marca o acentúa la melodía mientras avanzan y retroceden en un circulo concéntrico abierto que quia uno de los bailadores. A menudo al concluir la TURA GRANDE", realizan una Llora en conmemoración a los antepasados muertos, cabe destacar que ésta llora, no tiene nada que ver con la llora que se celebra en las localidades de Zuata y La Victoria en el Estado Aragua.
Región Guayanesa:
El Callao, población enclaustrada en el propio corazón de una región que con el sudor y el tesón de sus pobladores ha producido encantos y cadencias, cuyos orígenes se remontan inexplicables en el tiempo y la distancia, una de sus mas valiosas producciones es El Calipso. El Calipso, es una expresión producto de la mezcla o amalgama de expresiones culturales musicales de varios lugares del mundo, de manera muy especial de Trinidad y Grenada, con influencia, criolla venezolana, de allí que aun persistan letras de Calipsos con vocablos en Inglés, Francés y hasta con fonemas africanos, lo que se denominó a mediados del siglo pasado hablar y cantar en Patois (“patuá”). Este género musical tan venezolano como el joropo llanero y otras expresiones auténticas, es propio en épocas de Carnaval y para las fiestas patronales de la Virgen del Carmen, entre otras, en ellos, los organizadores de las comparsas, con suficiente antelación escogerán los miembros de las comparsas a presentar, así como las letras o Calipsos a interpretar, nunca obviando el motivo o estampa a lucir, la cual siempre será un tema de actualidad o del acontecer, tanto nacional como internacional que inunde la geografía local. El Calipso, inicialmente fue utilizado como medio de protesta ante las adversidades laborales a las cuales estaba sometido el minero en épocas pasadas, hoy día es la máxima expresión festiva de la región de Guayana.
El “golpe guayanés” también conocido como “joropo Yuquíao” tiene varias características principales, siendo entre todos los joropos, considerado criollamente hablando, el baile mas fuerte. En Ciudad Bolívar residen los cultores de este joropo que aun están con vida: Los Hurtado y los Pantoja son las familias que se encargan de preservar esta manifestación auténtica de Bolívar, y quienes interpretan, bailan y enseñan este baile tradicional y folklórico. Otros cultores viven en Caicara del Orinoco y en El Palmar, pero los máximos representantes cada vez disminuyen.
A diferencia del resto de los joropos del país, en el guayanés, la mujer no se luce en el baile, sino que zapatea y responde con fuerza al hombre y su zapateo, aunque el vestuario es similar al que conocemos, liquilique para el hombre y camisón estampado y mas recientemente la falda floreada con blusa blanca para la mujer.
Es un estilo de joropo que cuenta con características y condiciones que lo circunscriben a esta región, es un joropo que tal vez se gestó desde tierras orientales, con las cuales comparte el empleo de la bandola, pero una Bandola Guayanesa, parecida a la oriental, con las mismas 8 cuerdas metálicas que le imprimen su aire característico, pero en donde adquirió o se transformó en un joropo diferente al oriental, guarda, mas bien parecido en su ejecución bailable parecido con el llamado estilo llanero jorconiao o jolconiao (degeneración fonética de horconeado), musicalmente tiene cierto parecido al joropo central o también llamado “tuyero” (de los Valles del Tuy), es una característica en cuanto a la musicalización, que se dice que el cuatrista en su ejecución puja el cuatro.
El Sebucán:
Este es un baile que se acostumbra en diferentes partes del país, se le
suele llamar las cintas ó el palo de las cintas. En oriente y Guayana
tomó nombre por asociación con el tejido, la danza realmente proviene de
Europa, se cree que su origen es de Cataluña, pero nosotros tenemos un
baile que es la aplicación final del culto al árbol, que en el viejo
continente consistía en danzar alrededor de un árbol ó rama adornado
especialmente en los rituales de la llegada de primavera, Palo de Mayo ó
Árbol de Mayo. Se llama a lo que nosotros llamamos Sebucán ó palo de
cintas. El traslado de esa danza a Venezuela ha permitido lograr una
expresión nacional no solo de música y texto que son originales sino
porque se ha vuelto una tradición más nuestra mezclándose con una
representación teatral que alude a la conquista.
La Wajita “Dajita” o “Rueda”: El grupo étnico Goajibo, quienes se autodenominan Jiwis habitan en la zona de San Juan de Manapiare, en Puerto Ayacucho, Laja de Márano y Caño Merey (Estado Amazonas), su población total se estima en unos 15.000 habitantes, de los cuales 5000 en Venezuela y 10.000 en Colombia.
Este grupo étnico habla un idioma independiente, cuya filiación con otras lenguas o familias étnicas aún no ha sido identificada o establecida, La gran dispersión tribal puede haber contribuido con la formación de varios dialectos dentro del idioma Guajibo, entre los cuales la intercomunicación no siempre es fácil. El Cuiva es uno de los dialectos, hablado tanto en Venezuela como en Colombia.
La Wajita, Dajita o Rueda, como danza étnica conserva sus rasgos de formación de una rueda concéntrica, que inician los hombres del grupo, estos son los únicos que cantan, uno hace de solista y el resto contesta a amanera responsorial, cuando la rueda que han iniciado los hombres cobra energía y emoción, en cierto momento las damas que estas por fuera, como avisados por una señal se cuelan entre dos hombres y hacen que estos las incluyan en la misma rueda, allí el baile va adquiriendo mas emoción y energía, giran de un sentido a otro, acaba la danza cuando el solista deja de improvisar o de relatar un acontecimiento que observa en su mente luego de consumir el “ñopo” o alucinógeno natural que previamente preparan para la ceremonia, este baile no tiene fecha ni motivo de celebración, cualquier día o circunstancia es buena.
La Danza del Warime de la Nación Wothuha: Es la fiesta de los dioses creadores. La danza del Warime la llevan a cabo 5 chamanes especialistas enmascarados que representan a los animales originarios tótem de los Piaroa. Entre los instrumentos musicales de los Piaroa utilizados en el Warime hay variedad de flautas, maracas tejidas, y un instrumento muy especial que se denomina Wora que entre los indígenas de Venezuela, sólo es usado por ellos. El Wora es un instrumento formado por dos tubos como si fuesen flautas introducidas en una olla de arcilla cocisa, y son sopladas por dos músicos. El sonido que produce es grave y cree que representa las voces de los espíritus tutelares. También posen el Chuwó, flauta nasal. La Daa, (anaconda) flauta longitudinal. Dzajó, (Tucán) flauta sin agujeros, Urema, flauta pequeña. Yaewi chuwó, trompeta grande. Maranna, flauta de caña. Ñamaiwueka, flauta de tibia de venado. Rediñú, maraca de totuma, sonajeros tejidos con semillas dentro, poseen también el Imi-chuwo, palo zumbador, etc, En realidad los Piaroa poseen la mayor cantidad de instrumentos musicales entre los indígenas de Venezuela y la ceremonia del Warime es en realidad, una verdadera representación de estética aborigen.
Región Deltaica, Deltana o Deltamacurana:
En el Delta Amacuro existen 17 etnias, de ellas la mas representativa es la Warao, (Gente del agua, gente de Curiara), el folklore del estado Delta Amacuro se caracteriza por las manifestaciones de las danzas indígenas y fiestas pagano-religiosas. Los warao tienen la reputación de ser un pueblo alegre y festivo. Sus danzas únicas, sus cantos y su cultura musical forman un gran repertorio, como el canto y baile del Mare Mare, el del Nijarabaka (caimán), o el baile del Jabisanuka (conocido como el del abrazo). Sus principales instrumentos son los de viento con lengüeta, el Dau-kojo (hecho con el árbol de yagrumo), el Najsemoi (de palma de moriche), el kariso (especie de flauta de pan) y el Mujúsemoi (fabricado a partir del hueso de la tibia de un venado). Otros instrumentos son Moriki (las maracas), el tambor de piel de araguato (mono aullador) y el violín de origen europeo. El Baile se hace luego de que el Shamán o Wisidato, recibe en sueños el mandato del espíritu tutelar “Kanobo”, paraesta celebración convidad a otros grupos waraos familiares que habita en otras lugares; es la parte festiva de la celebración, que en conjunto con la parte ritual o baile del Jatabu forman el Najanamu, en el jabisanuca, el Shamán porta una gran maraca adornada con plumas, los shamanes invitados portan maracas medianas también adornadas, para destacarse en sus jerarquías, el resto de hombres porta maracas pequeñas con las que se acompañan mientas danzan, todos se abrazan sigmáticamente codo a codo como tambien se dice, pero pasando los brazos por las espaldas o los hombros de l compañero o compañera de al lado, esta fiestas se hacen durante días, siempre y cuando halla bebida y alimentos.
Baile Nijarabaka (Baile del Caimán) es esta otra danza o baile étnico de los warao es el del caimán o nijarabana. La adoración de animales o Totemismo se hace presente en esta oportunidad, donde los indígenas tratan de aprehender los valores y virtudes de las especies animales en cuestión. Una de los Cultores de esta manifestación en el Estado Delta Amacuro han sido la Señora Felisa Bastardo y el Señor Guillermo Moradela, la primera fue públicamente reconocida su labor el año 2007 al ser homenajeada junto a otros cultores del país el 29 de noviembre en la Sala Ríos Reyna del Teatro Teresa Careño de Caracas, el segundo cultor nacido el 24 de marzo de 1923, quien aprendió en su nativa comunidad warao de Winikina, en Araguabisi, toda su cosmogonía la cual enseña asiduamente a las nuevas generaciones warao, el mismo fue objeto de reconocimiento como cultor en la categoría de Danza Tradicional y en la categoría Oficios de Tradición
Región Lacustre o Zuliana:
El Chimbánguele en Honor a San Benito de Palermo:
Esta fiesta se ubica principalmente en la región Sur del Lago de
Maracaibo, en donde se originó luego de la traída de los deportados
africanos de sus tierras a esta región, se ubica en las comunidades de
Bobures, Gibraltar, Santa María, El Batey, San José de Heras y las
Dolores del Municipio Sucre, de donde subió a muchos Barrios de
Maracaibo, Cabimas, y La Cañada de Urdaneta, es un conjunto de sones o
partes que integran un Toto llamado Chimbánguele, los sones que lo
integran son El Golpe de Ajé con el cual se saca y se guarda la imagen
del Santo de la Iglesia del pueblo respectivo y de casas de promesantes
donde es llevado en hombros de sus devotos, otros golpes o sones son el
golpe del Camino, Chocho o Chchobelesé, el de Misericordia, el de
Songorongome o songorongomeyaya y el de Cantíca. En el baile las
parejas, generalmente mixtas y en conjunto, se forman espontáneamente y
acentuando un movimiento brusco y cadencioso de caderas con
desplazamiento de los pies semiarrastrados y con acentuación de uno de
los dos frecuentemente, van avanzando por las calles del pueblo donde se
detecte, estos bailes conservan mucha presencia de las antiguas danzas
africanas.
Las Gaitas: El Estado Zulia y sus singulares subregiones cuentan con cuatro estilos de gaitas, de hecho el Zulia se ha hecho famoso mundialmente por este género, el cual se subdivide en cuatro a saber: La Gaita de Tambora de la región Sur del Lago, antesala de las festividades del chimbánguele, llamada también gaita negra, debido a que esta circunscrita al área geográfica donde habitan los afrodescendientes en ese estado, es bailable individual o de parejas en conjunto sean o no mixtas. Otras dos modalidades de Gaitas son la Gaita Perijanera y la de Santa Lucía, la primera ubicada en la llamada Sierra del mismo nombre, específicamente en los Municipios Perijá y La Villa del Rosario de Perijá, es una especie de suite criolla compuesta de varios sones concatenados, la gaita enrollada, el sambé, la guacharaca, el araguato, la paloma, la cumbiamba y el chimbánguele perijanero, es un baile de parejas mixtas en conjunto que festejas a San Benito de Palermo, y a Gaita a Santa Lucía, ubicada en el Saladillo y Puertos de Altagracia y Santa Rosa de Agua, como su nombre lo refiere es dedicada a Santa Lucía, no posee coreografías definidas, la mayoría de las veces no es bailable mas si festiva, es una ritmo contagioso con el cual se le hace el velorio a la santa como pago de promesas, la última gaita del Zulia y de la región en si es la Gaita Marabina, Maracaibera, maracuhca, zuliana o Gaita de furro como también se le suele llamar, es la mas común de las cuatro, la misma invade las emisora radiales y canales televisivos para fin de año, no posee coreografías fijas, mas es un baile de parejas mixtas en conjunto.
El Yonna in Wayüü (La Danza de los Wayues): Común y erróneamente llamada La Chichamaya, la Yonna o el Yonna, es considerada la manifestación folclórica zuliana más auténtica, pues representa y simboliza el gran patrimonio cultural producido y preservado por la etnia Wayüü, además de mostrar el sincretismo presente en la cultura venezolana cuando se realiza coincidiendo con la celebración católica de San Bartolomé, el 24 de agosto.
Las Gaitas: El Estado Zulia y sus singulares subregiones cuentan con cuatro estilos de gaitas, de hecho el Zulia se ha hecho famoso mundialmente por este género, el cual se subdivide en cuatro a saber: La Gaita de Tambora de la región Sur del Lago, antesala de las festividades del chimbánguele, llamada también gaita negra, debido a que esta circunscrita al área geográfica donde habitan los afrodescendientes en ese estado, es bailable individual o de parejas en conjunto sean o no mixtas. Otras dos modalidades de Gaitas son la Gaita Perijanera y la de Santa Lucía, la primera ubicada en la llamada Sierra del mismo nombre, específicamente en los Municipios Perijá y La Villa del Rosario de Perijá, es una especie de suite criolla compuesta de varios sones concatenados, la gaita enrollada, el sambé, la guacharaca, el araguato, la paloma, la cumbiamba y el chimbánguele perijanero, es un baile de parejas mixtas en conjunto que festejas a San Benito de Palermo, y a Gaita a Santa Lucía, ubicada en el Saladillo y Puertos de Altagracia y Santa Rosa de Agua, como su nombre lo refiere es dedicada a Santa Lucía, no posee coreografías definidas, la mayoría de las veces no es bailable mas si festiva, es una ritmo contagioso con el cual se le hace el velorio a la santa como pago de promesas, la última gaita del Zulia y de la región en si es la Gaita Marabina, Maracaibera, maracuhca, zuliana o Gaita de furro como también se le suele llamar, es la mas común de las cuatro, la misma invade las emisora radiales y canales televisivos para fin de año, no posee coreografías fijas, mas es un baile de parejas mixtas en conjunto.
El Yonna in Wayüü (La Danza de los Wayues): Común y erróneamente llamada La Chichamaya, la Yonna o el Yonna, es considerada la manifestación folclórica zuliana más auténtica, pues representa y simboliza el gran patrimonio cultural producido y preservado por la etnia Wayüü, además de mostrar el sincretismo presente en la cultura venezolana cuando se realiza coincidiendo con la celebración católica de San Bartolomé, el 24 de agosto.
El Yonna es un rito mental de comportamiento, de connotaciones simbólicas múltiples que mantiene dentro de la cultura Wayüü, occidental y criollamente conocida y llamada como guajira, cuenta con tres atributos esenciales: búsqueda del equilibrio social, solidaridad colectiva y relación entre el cosmos y el hombre. Básicamente los Wayüü se reencuentran a través de este baile que consolida y perpetúa sus tradiciones.
El kasha o tambor caja, único instrumento utilizado en esta celebración, imita los diferentes sonidos del mundo “Wayüü”; con su toque se inicia la celebración.
En la parte superior se sostiene con aros de madera de cardón. Las baquetas llamadas Shieera kasha están labradas en madera de curarire en forma de pene o de cabeza de serpiente.
El kasha va apurando el ritmo para atraer a los Wayüü, quienes buscando olvidar los momentos difíciles y fortalecer los vínculos de solidaridad van a la celebración.
Previamente, se limpia una extensión de terreno, que será la pista o el “Pioui”, círculo que describe los aros del espacio terráqueo y los círculos lunares. En ese espacio tendrá lugar la Yonna, el Yonna o Yonnakat durante una o varias noches. Es un baile en honor a la luna kashí.
La danza se ejecuta por parejas, primero sale el hombre, da media vuelta a la izquierda o a la derecha e invita a la mujer lanzando una exclamación entre las cuales la mas común es esta: “¡wasei, ¡pujisa!, ¡mirrua!”; a lo cual la dama, con un giro completo, acepta y así se inicia el baile.
Se le considera una danza libre; sin embargo, sí está constituida por ciertas secuencias que son marcadas por el tamborero: Skua kaarai o karaikuya (los pasos del alcaraván), Shi chirai´ra Majayülü (movimiento de los senos de la señorita), Sukua Patajuwa (pasos de cataneja) y Jayamulerüyaa (baile de las moscas, única parte donde varias mujeres bailan alrededor de un solo hombre).
En el desarrollo del baile la mujer persigue y acosa al hombre al son del tambor. Ella va abriendo la manta con ambas manos y él se desplaza hacia atrás con largos pasos evitando caerse. Finalmente cuando ya no puede más, cae e inmediatamente ambos son reemplazados por otra pareja. Si el hombre abandona el baile por cansancio, sin ser tumbado, es felicitado por los otros varones y a la mujer se le reconoce su elegancia.
Para la Yonna, las mujeres utilizan trajes especiales y coloridos llamados “Ashein” (mantas) y un pañuelo de colores. Este atuendo va acompañado de collares, pulseras de oro y aretes que se colocan en los tobillos para que suenen al bailar. El traje del hombre se llama She´i y es una manta cosida por un lado con una abertura en el centro.
En la cabeza lleva un Karatse (aro tejido de paja) con borlas de lana de muchos colores y un penacho de plumas de pavo real o de gallo fino.
Ambos van maquillados, de manera especial, con símbolos propios de la cultura wayüü, según el motivo de la celebración.
El baile del Yonna se ejecuta para celebrar una serie de acontecimientos: en cosecha (recolección del grano), por la abundancia de la cosecha, agradecimiento a Maleiwa, el creador, y también para que las siguientes cosechas sean iguales o mejores; para presentar a las jóvenes “majayut” (mujer) en sociedad, luego del encierro; y por alguna revelación a través de los sueños, se le agradece al Seyúu, espíritu protector.
También protege y aleja los infortunios, enfermedades y muertes. El Yonna o La Yonna se considera una vía para mantener la armonía entre los wayüü. A la hora de llevar a cabo la Yonna, se sacrifican chivos, ovejos y ganado vacuno para que los asistentes y el seyúu queden satisfechos. Los Wayüü constituyen una de las etnias más numerosa. Ellos han luchado contra la transculturización, a través de sus bailes y su música para preservar la personalidad y la tradición del grupo.
Bibliografía:
Fundación La Salle/Monte Ávila Editores. Los Aborígenes de Venezuela, Volumen III. Etnología Contemporánea. Caracas 1988
Ramón y Rivera Luis Felipe. El Joropo Baile Nacional de Venezuela, Ernesto Armitano Editor. Caracas agosto de 1987
Wikipedia, La Enciclopedia Libre
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